Inspirado en el musical de Broadway “The Phantom of the Opera”
de Andrew Lloyd Webber.
Asciende hacia el cielorraso el pasado,
el dolor y el desencantado fantasma
de una inmortalizado candelabro
iluminado por recuerdos e imágenes
que no se han olvidado entre el polvo y el engaño.
En medio del escenario se alza la sombra
de un recuerdo oculto entre músicas nocturnas
y ángeles de piedra labrados en las cornisas
de una casa de innumerable dicha
y cientos de efímeras maldiciones.
Se alza la voz de un ángel de la música
mientras en las profundidades se escucha
el lamento de un demonio de la noche
consumido por el odio y el miedo
de ser algo más que un simple maestro del engaño.
Sobre el mundo, sobre el hombre
una luz envuelta en oro, derramado por las palabras
que se dijeron, y al final solo fueron poco más
que fragmentos de la música de la noche
escondidos en los remanentes de un viejo candelabro, desciende.
de Andrew Lloyd Webber.
Asciende hacia el cielorraso el pasado,
el dolor y el desencantado fantasma
de una inmortalizado candelabro
iluminado por recuerdos e imágenes
que no se han olvidado entre el polvo y el engaño.
En medio del escenario se alza la sombra
de un recuerdo oculto entre músicas nocturnas
y ángeles de piedra labrados en las cornisas
de una casa de innumerable dicha
y cientos de efímeras maldiciones.
Se alza la voz de un ángel de la música
mientras en las profundidades se escucha
el lamento de un demonio de la noche
consumido por el odio y el miedo
de ser algo más que un simple maestro del engaño.
Sobre el mundo, sobre el hombre
una luz envuelta en oro, derramado por las palabras
que se dijeron, y al final solo fueron poco más
que fragmentos de la música de la noche
escondidos en los remanentes de un viejo candelabro, desciende.
No hay comentarios:
Publicar un comentario