To see a World in a Grain of Sand
And a Heaven in a Wild Flower,
Hold Infinity in the palm of your hand
And Eternity in an hour.
Auguries of Innocence
-William Blake
Ya la moral y la ética se han reducido a simples palabras vacías. Parece ser que tales términos mencionados por líderes y personas de renombre se examinan minuciosamente bajo el lente de un microscopio para diseccionar que es lo que podemos teorizar como moral y ética, y que es aquello que es permitido ante los ojos de un pueblo que ha vivido una odisea mayor a la de Ulises de regreso a Ítaca. Todos quieren hablar, todos quieren expresarse, todos quieren ser parte de un “movimiento” que al fin de cuentas no es más que un “detenido”.
Todos quieres tener la razón a todo lo acontecido y culpan al otro, una constante batalla que se ha convertido en la nueva forma de declararse la guerra sin enormes derramamientos de sangre; gente de “izquierda” y de “derecha” que alegan decir la verdad (y que parecen no conocer lo que es una balanza), cuando la verdad no es otra cosa que la afirmación de una idea por parte de unos, pero que otros siempre van a negar como la siempre viva batalla entre el bien y el mal (puesto que todos predican hacer el primero). Pero la verdad es la razón más refutable de todas las acciones tomadas por el ser humano, pues esta tiende a ajustarse al pensamiento como un guante, un guante de un solo tamaño que no le sirve a todo el mundo.
Cuando vemos en nuestro país la verdad, tendemos a ajustarla a nuestras creencias, todos alegan tener la verdad de su lado, mas, nadie dice que tienen la realidad como evidencia a los hechos. ¿Y qué ocurre al final, cuando la verdad es lo único que motiva a las masas a actuar? Pues ocurre lo que era de esperarse, un terremoto incontrolable capaz de destruir una civilización que a fin de cuentas tiende a reconstruirse con los vestigios de verdad de los vencedores, al igual que ocurre en la historia, la historia es de los vencedores y no de los vencidos, se intenta borrar lo ocurrido para ajustarse nuevamente a la vieja verdad que será presentada como nueva.No deberíamos diseccionar la moral y la ética, no deberíamos escuchar la verdad de uno ni la de muchos, sino analizar la realidad tal y cual es, pues puede que al final ambas partes hayan tenido algo (y digo algo, no por completo) de razón, pero las decisiones tomadas son lo que las diferencia de lo que es, lo que son y en lo que podría convertirse.
Todos tienen su verdad, pues esta es infinita en lo que respecta a decisiones y acciones. Todos pagamos el precio por esas verdades que metamorfosean la realidad. ¿Y seremos capaces de vivir tantas guerras internas? Eso lo dirá el tiempo, mientras tanto sería mejor retomar todos los puntos discutidos, analizar todas las partes del rompecabezas que de una manera u otro conducen a la realidad, realidad que a fin de cuenta a perdido la magia y la emoción de lo que cada grupo llama como suyo y que ha muerto en la labor de parto viendo pasar el infinito por sus ojos y gritando consignas y discursos llenos de verdades personales y vacío de toda realidad y razón.
And a Heaven in a Wild Flower,
Hold Infinity in the palm of your hand
And Eternity in an hour.
Auguries of Innocence
-William Blake
Ya la moral y la ética se han reducido a simples palabras vacías. Parece ser que tales términos mencionados por líderes y personas de renombre se examinan minuciosamente bajo el lente de un microscopio para diseccionar que es lo que podemos teorizar como moral y ética, y que es aquello que es permitido ante los ojos de un pueblo que ha vivido una odisea mayor a la de Ulises de regreso a Ítaca. Todos quieren hablar, todos quieren expresarse, todos quieren ser parte de un “movimiento” que al fin de cuentas no es más que un “detenido”.
Todos quieres tener la razón a todo lo acontecido y culpan al otro, una constante batalla que se ha convertido en la nueva forma de declararse la guerra sin enormes derramamientos de sangre; gente de “izquierda” y de “derecha” que alegan decir la verdad (y que parecen no conocer lo que es una balanza), cuando la verdad no es otra cosa que la afirmación de una idea por parte de unos, pero que otros siempre van a negar como la siempre viva batalla entre el bien y el mal (puesto que todos predican hacer el primero). Pero la verdad es la razón más refutable de todas las acciones tomadas por el ser humano, pues esta tiende a ajustarse al pensamiento como un guante, un guante de un solo tamaño que no le sirve a todo el mundo.
Cuando vemos en nuestro país la verdad, tendemos a ajustarla a nuestras creencias, todos alegan tener la verdad de su lado, mas, nadie dice que tienen la realidad como evidencia a los hechos. ¿Y qué ocurre al final, cuando la verdad es lo único que motiva a las masas a actuar? Pues ocurre lo que era de esperarse, un terremoto incontrolable capaz de destruir una civilización que a fin de cuentas tiende a reconstruirse con los vestigios de verdad de los vencedores, al igual que ocurre en la historia, la historia es de los vencedores y no de los vencidos, se intenta borrar lo ocurrido para ajustarse nuevamente a la vieja verdad que será presentada como nueva.No deberíamos diseccionar la moral y la ética, no deberíamos escuchar la verdad de uno ni la de muchos, sino analizar la realidad tal y cual es, pues puede que al final ambas partes hayan tenido algo (y digo algo, no por completo) de razón, pero las decisiones tomadas son lo que las diferencia de lo que es, lo que son y en lo que podría convertirse.
Todos tienen su verdad, pues esta es infinita en lo que respecta a decisiones y acciones. Todos pagamos el precio por esas verdades que metamorfosean la realidad. ¿Y seremos capaces de vivir tantas guerras internas? Eso lo dirá el tiempo, mientras tanto sería mejor retomar todos los puntos discutidos, analizar todas las partes del rompecabezas que de una manera u otro conducen a la realidad, realidad que a fin de cuenta a perdido la magia y la emoción de lo que cada grupo llama como suyo y que ha muerto en la labor de parto viendo pasar el infinito por sus ojos y gritando consignas y discursos llenos de verdades personales y vacío de toda realidad y razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario