Este es un ensayo de corte religioso que intenta cuestionar la legitimidad de las interpretaciones modernas bíblicas del cristianismo (especialmente de los predicadores: curas, pastores, "apostoles", etc.). Así que pueden criticarlo, insultarlo, alabarlo (XD, es broma)... En general comentenlo si así lo desean.
(Advertencia: Este ensayo unicamente refleja mi opinión del asunto y no refleja las expresiones de nadie aparte de mi persona. Mi intension no es ofender a nadie, pero si eres una persona que sus creencias estan muy arraigadas con la fe cristianas y piensas que puedo ofenderte, te recomiendo que no leas el siguiente ensayo.)
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“En el nombre de la interpretación... Amen”
Por: William Rosado Ocasio
Mi alma también está muy turbada;
Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?
Salmo 6; 3
La Biblia (Reina - Valera 1960)
Nosotros como seres racionales tenemos nuestras propias teorías, teorías que nos llevan a cuestionarnos las raíces de los problemas principales del mundo contemporáneo. Uno de esos puntos que tanta controversia ha causado durante milenios en el mundo es la creencia religiosa del ser humano como individuo conductor de deseos y anhelos prohibidos. Para ello utilizaré la religión dominante del momento: el cristianismo, y como metáfora análoga la creación de su texto sagrado. El cristianismo aparece en el mundo hace menos de dos mil años basándose en los preceptos fundamentales del judaísmo, y quién diría que los mismos cristianos persiguen a los creadores de la maravillosa y misteriosa Torah, que hace pensar a uno en los cuentos de hada, con su árbol ardiendo y las siete plagas. Un mundo peligroso es el que se describe en los textos religiosos, uno lleno de belleza, majestuosidad, muertes, vidas, guerras, conquistas y un sin número de temas que se encadenan de manera constante de principio a fin, puesto que la Biblia habla de un comienzo de la existencia y del final de dicha existencia, tal y como tienden a ser muchas historias. No hay límite en la imaginación del hombre para describir lo que allí dice… Pero, el cristiano ha montado su tribuna, ha creado sus órdenes y ha dado un significado a las maravillosas palabras de un libro completamente humano, puesto que la Biblia no es la historia de Dios,- Dios es un personaje que de vez en cuando hace su aparición para arreglar las cosas- esta es la historia de la humanidad como una metáfora existencial.
Me encanta escuchar un bueno culto o misa los domingo por la televisión (me parece una pérdida de tiempo tanto para mí como para Dios el reunirse con un grupo de hipócritas que lo único que necesitan es la billetera para mantener la carpa de pie), adoro cuando el pastor o cura comienzan con el sermón dominical e increpan a los feligreses sobre la vida de Ricky Martín y su sexualidad, o mencionan que el mundo está llegando a su fin. El mundo se viene acabando desde hace muchos milenios, la vida privada de una figura pública es el chisme del momento que le roba “almas” a Cristo con “los embajadores del Infierno”. Este podría ser un buen tema a discutir antes de que comience la misa o culto, y luego comienza a verse la Biblia, libro importante para todo cristiano, libro que nos dice la verdad del presente hace menos de dos mil años, (si entienden lo que quiero decir). “El libro tal, capítulo tal, versículo tal nos dice que Dios es misericordioso y castiga a todo los pecadores… (Esto en realidad no es parte de ningún texto de la Biblia)”Aquí es donde comienza la magia de los predicadores, pues es aquí donde la interpretación acapara el podio y se adueña de la razón del ser humano para convertirse en la voluntad de la interpretación del predicador y abandona todo retazo de interpretación propia. Ocurre un lavado de cerebro masivo, y con masivo no solo me refiero a la magnitud interpretativa, sino también a las notas al calce añadidas que previenen que los feligreses puedan interpretarlo a su manera, pues que si esto ocurriera los predicadores de la interpretación tendrían grandes pérdidas monetarias. Y si uno de esos predicadores leyese esto diría (y en esto me voy a adjudicar temporalmente la cualidad de profeta): “Eso no es cierto, eso es blasfemia, nosotros le permitimos a los feligreses tomas sus decisiones, nosotros solo somos los que llevamos la palabra de Dios al oido del hombre.” Entonces, ¿hacen el mismo trabajo que hace el telefonista, que solo transmite la información que se le pide?
La interpretación es la Parábola, el santo grial de la manipulación. Todos tenemos la capacidad de interpretar, pero solo algunos somos capaces de buscar nuestra propia interpretación sin tener que darle crédito al cien por ciento a la de otros. Aunque no hay mal que por bien no venga, y esta predicación interpretativa, que justifica crímenes como los cometido por la Santa Inquisición en la Edad Media, los abusos de curas a niños y jóvenes, la bigamia, poligamia, etc., nos ayudan a despertar del letargo de la interpretación conveniente, nos hace resurgir y ser lo suficientemente autodidactas para interpretar y analizar todo lo que se dice y lo que no. La interpretación es tan diversa como las ideas más modernas (o las más antiguas también); el creacionismo, por ejemplo, la idea de que la Tierra tiene 6,000 años parece descabellada, pensar que los dinosaurios fueron plantados para confundir son nociones que nos hacen pensar: ¿Qué gran capacidad tenemos para imaginar e interpretar todo lo que se plante ante nuestra vista?
No existe otra cosa tan importante que las creencias para el ser humano, esa fe que motiva al alma a adorar lo invisible y de lo que las ciencias empíricas no pueden dar razón de conocer, y sin embargo en ningún momento niego la existencia de lo invisible puesto que sería como negar a la brisa que nos acaricia constantemente y nos sumerge en un relajante letargo. Pero el letargo solo se debería dar en ocasiones para no dejarse embarcar en travesías que nos llevan a navegar al filo de un cuchillo.
La Biblia es un texto sumamente ambiguo, decir que dicho texto es obra de Dios y que Dios nos informa por medio de él su voluntad, sería como decir que yo puedo tomar por cierto las referencias de un bestiario medieval donde encontramos animales mitológicos con animales reales, y dicho de esta forma no es menosprecio lo que quieren decir mis palabras, sino que todo texto escrito que caiga en nuestras manos (al igual que las creencias ramificadas son tema capaz de encapsularse en la interpretación más pueril que pueda decirse). Debemos aprender a tomar decisiones, a iluminar los textos que tanta controversia provocan por culpa de los predicadores y sus interpretaciones de acuerdo a su conveniencia, y cuando al ser humano le resalta el libre albedrío es cuando más parece bailar desnudo sobre la misteriosa y fascinante niebla del lenguaje humano.
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